miércoles, 29 de febrero de 2012

¿¿¿ Videos de lo que paso con las hadas y de lo que pasara???















¿QUÉ PASA CUANDO UN HUMANO SE ENAMORA DE UN HADA?




Algunas hadas suelen enamorarse de los mortales. Graves problemas tiene la reina con sus hadas enamoradas, y el hombre que de un hada se enamora. Cuando adopta forma de mujer y se presenta en el esplendor de su enamoramiento, hombre y hada entran en un mundo mágico y peligroso, que acaba en ocasiones con la muerte de ambos.


Las relaciones entre un humano y un hada son apasionadas como ninguna. El placer alcanzado no es comparable a ninguna sensación jamás conocida, y la fidelidad que se obtiene en ese amor, es lo más parecido que se pueda tener a la eternidad. Pero el final de esta pareja puede ser trágico, porque la muerte los espera y muchas veces los encuentra en su camino.


Por eso estos tipos de hadas enamoradas no parecen frente a su amor mortal. El hombre no se entera nunca de su existencia, pero las hadas lo protegen siempre, haciendo que lleve una vida libre de peligros y con deseos satisfechos. Estas hadas enamoradas cumplen la función de las hadas madrinas. Son muy celosas, y pueden provocar daños a la pareja humana del hombre que ellas han elegido para amar.


¿¿QUE SON ??
Las Hadas o Fares corresponden a la misma corriente de vida que los "Elementales de la Naturaleza", sólo que con mayor evolución, ya que pertenecen al plano mental.
Descienden al mundo físico después de mucho tiempo en el mundo astral y mental, pues las frecuencias que se mueven en este mundo les produce mucho sufrimiento. Cuando lo hacen, están entre nosotros alrededor de 100 años. Trabajan en lo que se llama composición cromática, que es darle color a todo lo que existe. Sabemos que todo es energía. La energía tiene color, sonido y vibración.
Por lo tanto, todo tiene color; la velocidad de nuestros ojos nos impiden verlo, pero eso no significa que no exista.
Cada color, por ejemplo de una flor, significa una experiencia, una vibración que ese ser debe vivir; cuando alteramos su tono estamos perturbando su crecimiento, obligando a nacer nuevamente a ese ser en la tierra, hasta que viva el color que le corresponde.
Colaboran con el hombre trabajando sobre sus proyecciones mentales, controlan los elementos como fuego, aire y agua.
Elaboran sus cuerpos, según su evolución, no pudiendo ser más hermosos que lo que les corresponde.
Forman parejas, en las que se intercambia Poder. Son una expresión de esa frecuencia, por lo tanto para ellas el Poder es todo: alimento, recreación, amor. Dar y recibir Poder es la razón principal de su existir. Cuando forman una pareja que no les da el Poder que necesitan, sin rencores, ni peleas, siguen cada cual su camino.
Después que pasaron ese período de 100 años entre nosotros en diversas actividades, retornan al plano astral donde se preparan par manejar un elemento en forma específica. Entonces retornan por un período de 200 años.

Se ha señalado que la esencia y aroma de las flores eran el alimento básico e indispensable de algunos seres intangibles como las hadas. Lo cierto es que estos espíritus de la naturaleza, debido a su conocimiento profundo que tienen de las propiedades de las plantas, flores y frutos, lo aplican adecuadamente en sus alimentos y en sus dolencias.

El prototipo que mentalmente todos hemos tenido de un hada era, y es, el de un ser de sexo femenino, de apariencia joven, dotada de grandes poderes, minúscula, generalmente, desnuda, con alas. Han sido vistas y descritas por varios testigos, así como por videntes. Todos ellos coinciden en que, si bien muchas tienen alas, no las necesitan para volar.

La que más se ajusta a la verdadera naturaleza de las hadas: espirituales, etéreas, efímeras, bonachonas, inspiradoras, dulces, ecológicas, divertidas ..... etc.

Su comida preferida es la miel de las abejas, junto con las fresas y otros manjares que desconocemos, pues son ellas mismas quien los confeccionan.

El comportamiento de las hadas, es muy comun, suelen aprovecharse del humano sobre todo de las personas que no creen en ellas, para ser cautivados por éstas y trabajar como sus esclavos en su mundo. Son criaturas de caracter muy diverso y de una metamorfosis constante, con un poder mágico totalmente imcomprensible para los hombres

Los valores de comportamiento y de ética, son del todo contrarios a los usados por los seres humanos, por lo que no piensan ni sienten como podríamos hacerlo nosotros. Al ser criaturas carentes de las materia básica de la vida, estas se sienten atraidas por toda forma de vida terrestre, sobretodo humana.

Por todo ello aunque estas son de apariencia hermosa e incluso para algunos erótica, nunca puedes confiar en una hada, pues esta siempre intenta aprovecharse del ser humano, y si este no la obedece no dudan en imponerle severos castigos tanto psíquicos como físicos.

Sus víctimas preferidas para sus encanterios son los hombres, que facilmente pueden caer, en las tentaciones que una hada con su bello cuerpo puede ofrecerle. Una vez encantando se lo llevaran a su mundo y alli seran totalmente esclavizados por los caprichos y malévolas ideas de estas criaturas.

Las Hadas no viven solos o en grupos, si no que en ocasiones tiene pequños compañeros de los bosques que viven, juegan y se divierten entre ellos. Los personajes diminutos del pais de las hadas suelen ser muy numerosos y variados, y generalmente muy confundidos con duendes o gnomos.

Lo más importante de todo esto es que el hombre debe darse cuenta que detrás de cada cosa hay corrientes de vida trabajando; si lográramos unirnos, cuánto más fácil sería todo.
En cada casa hay hadas trabajando con las formas de pensamiento nuestras; no entienden nuestro idioma, por lo tanto tratan cada masa de energía emitida por nosotros sin tener en cuenta su calificación.

Si en nuestra casa se mueven energías positivas todos los elementales y hadas que habitarán serán positivos sino atraeremos seres que correspondan a lo que emitimos.

miércoles, 16 de noviembre de 2011





 (...)   Son varias las teorías sobre el origen de las hadas, y muy dispares, pero todas coinciden en un punto común: la relación de las hadas con la naturaleza.
(...) Para los celtas, que fueron los primeros pueblos que se instalaron en la Europa centro-meridional en torno al siglo V a.C., y para los eslavos, las hadas descienden de los ángeles rebeldes que, cuando fueron arrojadas del cielo, se refugiaron en el mar, en el aire, en los montes y ríos. Los irlandeses lo tienen claro, Dios expulsó a estos ángeles caídos debido a su orgullo (al orgullo de los ángeles, no al de Dios, que quede claro).
Otra teoría defiende que las hadas descienden de una antigua tribu nórdica de la Edad de Bronce, que fue vencida y oprimida por los celtas y, tras ser derrotadas, se escondieron en colinas, montes, ríos y cuevas.
 Algunas creencias populares todavía mantienen que estos seres son los más antiguos del planeta, una raza primitiva,  que nacieron antes de que se formaran las montañas o los mares. Cuando se crearon los montes, los árboles, los mares y los ríos, todos anteriores a la creación humana, las hadas se refugiaron en la naturaleza, vieron cómo ésta crecía  y en ella se quedaron. Posteriormente, ante el avance del ser humano, estos seres se ocultaron en cuevas y marismas.
Una teoría curiosa viene a relacionar las hadas con los megalitos. Según cuentan los bretones, los Korred, otros habitantes del mundo de las hadas, intervinieron en la construcción de los dólmenes. Los Korred, que tenían una enorme fuerza, acarrearon las enormes piedras a sus espaldas y luego las agruparon en círculos. Luego se escondieron en cuevas bajo esas piedras. En Francia, por ejemplo, entre los nombres con que denominan a los menhires y dólmenes aparecen Roca de las Hadas, Piedra de las Hadas, Gruta de las Hadas, dejando constancia del supuesto origen de los menhires.  A veces culpan a las hadas del desprendimiento de piedras, pues según ellos las hadas las llevan en sus faldas y luego las arrojan, provocando el desprendimiento.
Otra teoría sostiene que el origen de las hadas estaba en la antigua Roma, donde tenían poderes proféticos,  y cuando los romanos decidieron conquistar el resto de  Europa las hadas decidieron acompañarlos. A medida que ellos se iban instalando en los distintos pueblos europeos, ellas iban con ellos, y de aquí la coincidencia etimológica entre los distintos pueblos. Algunas teorías sostienen que las hadas no pasaron a Grecia porque ya estaban allí instaladas las dríades y las ninfas, es decir, ya tenían sus propias hadas.
Relacionada con el mundo de los dioses, otra teoría explica que las hadas en su origen fueron antiguas divinidades y héroes que se desvanecieron al instituirse los nuevos dioses. En relación con esta creencia en Irlanda se les trata como si fueran divinidades, ofreciéndoles dones para tenerlas favorables.
Una línea importante apunta que las hadas proceden de los muertos, aunque varía la procedencia del alma.
(...) Para los celtas, que fueron los primeros pueblos que se instalaron en la Europa centro-meridional en torno al siglo V a.C., y para los eslavos, las hadas descienden de los ángeles rebeldes que, cuando fueron arrojadas del cielo, se refugiaron en el mar, en el aire, en los montes y ríos. Los irlandeses lo tienen claro, Dios expulsó a estos ángeles caídos debido a su orgullo (al orgullo de los ángeles, no al de Dios, que quede claro).
Otra teoría defiende que las hadas descienden de una antigua tribu nórdica de la Edad de Bronce, que fue vencida y oprimida por los celtas y, tras ser derrotadas, se escondieron en colinas, montes, ríos y cuevas.
 Algunas creencias populares todavía mantienen que estos seres son los más antiguos del planeta, una raza primitiva,  que nacieron antes de que se formaran las montañas o los mares. Cuando se crearon los montes, los árboles, los mares y los ríos, todos anteriores a la creación humana, las hadas se refugiaron en la naturaleza, vieron cómo ésta crecía  y en ella se quedaron. Posteriormente, ante el avance del ser humano, estos seres se ocultaron en cuevas y marismas.
Una teoría curiosa viene a relacionar las hadas con los megalitos. Según cuentan los bretones, los Korred, otros habitantes del mundo de las hadas, intervinieron en la construcción de los dólmenes. Los Korred, que tenían una enorme fuerza, acarrearon las enormes piedras a sus espaldas y luego las agruparon en círculos. Luego se escondieron en cuevas bajo esas piedras. En Francia, por ejemplo, entre los nombres con que denominan a los menhires y dólmenes aparecen Roca de las Hadas, Piedra de las Hadas, Gruta de las Hadas, dejando constancia del supuesto origen de los menhires.  A veces culpan a las hadas del desprendimiento de piedras, pues según ellos las hadas las llevan en sus faldas y luego las arrojan, provocando el desprendimiento.
Otra teoría sostiene que el origen de las hadas estaba en la antigua Roma, donde tenían poderes proféticos,  y cuando los romanos decidieron conquistar el resto de  Europa las hadas decidieron acompañarlos. A medida que ellos se iban instalando en los distintos pueblos europeos, ellas iban con ellos, y de aquí la coincidencia etimológica entre los distintos pueblos. Algunas teorías sostienen que las hadas no pasaron a Grecia porque ya estaban allí instaladas las dríades y las ninfas, es decir, ya tenían sus propias hadas.
Relacionada con el mundo de los dioses, otra teoría explica que las hadas en su origen fueron antiguas divinidades y héroes que se desvanecieron al instituirse los nuevos dioses. En relación con esta creencia en Irlanda se les trata como si fueran divinidades, ofreciéndoles dones para tenerlas favorables.
Una línea importante apunta que las hadas proceden de los muertos, aunque varía la procedencia del alma.
Para algunos las hadas son almas de los druidas que murieron. Los druidas eran los sacerdotes y los profetas de los antiguos celtas que habitaron la Galia y las islas británicas desde el siglo II a.C. hasta el II d. C. Los druidas estaban muy instruidos en temas como la astrología, la magia y las cualidades de plantes y animales. En Astérix y Obélix el druida era el viejecito con barba que hacía las pócimas con plantas y animales que ayudaba siempre a los galos. Según esta teoría, las hadas son las almas de los druidas, lo que explica su contacto y conocimiento de la naturaleza. Se cuenta también que las Korrigan son nietas de las nueve sagradas druidas femeninas de la antigua Grecia.
     Otros pueblos coinciden en relacionar las hadas con la muerte, pero en este caso defienden que las hadas son las almas de los niños muertos que no habían recibido el bautismo. En Cornualles dicen que las almas de estos niños no bautizados se llamaban Piskies y aparecían en el crepúsculo en forma de pequeñas mariposas blancas. Para otros son las almas de los muertos paganos que murieron antes del Cristianismo.
     Ninguna de estas teorías me convence, aunque me gusta pensar que son las almas de los niños muertos, porque si analizamos su conducta hay muchas coincidencias entre el mundo de las hadas y el de los niños. Pero mi razón me dicta algo diferente:  casi me atrevería a sugerir que las hadas surgen de la necesidad del hombre por no sentirse solo, sobre todo en un mundo desconocido como es la naturaleza. La naturaleza, aunque formamos parte de ella, nos desborda y aturde. Recordemos cómo uno de los sitios preferidos de las historias de terror son los bosques, llenos de sonidos que no conocemos, sombras que se proyectan, luces y reflejos del sol distorsionados, rumor de hojas, y ante este temor el hombre crea sus propias imágenes, inventa sus habitantes y, a la vez que los teme, les pide ayuda.
Origen de las hadas
Escrito por Pilar Guiroy
Las personas que creían en la existencia de las hadas a menudo nos les otorgaban un origen definitivo, y las explicaciones sobre el mismo varían según la cultura, la región y el tiempo.
Una creencia popular decía que lashadas venían del mundo de los muertos, o pertenecían a alguna subclase de muertos. Las “banshee”, cuyo nombre irlandés o galés significa “mujer hada”, son descritas como fantasmas o heraldos de la muerte. El “Muchacho sin cabeza de Hilton”, aunque se lo representa como un niño asesinado, también es descrito como un fantasma que ronda por las casas, igual que algunos duendes (los brownies).
Una de las leyendas cuenta que un hombre atrapado por hadas advirtió que cada vez que miraba fijamente a una de ellas, esta tomaba la forma de un vecino suyo que estaba muerto. Esta era una de las visiones más comunes entre los que creían en las hadas aunque muchos de los que informan sobre estas cuestiones lo hacen con mucho recelo.
Otra de las convicciones existentes sostenía que eran una raza inteligente, distinta de la humana y de la angélical. En la alquimia sobre todo eran personajes elementales, igual que los gnomos y las sílfides, como fue descrito por Paracelsio. Sin embargo, esto es poco común en el folclore, los relatos más populares son aquellos que describen a las hadas como criaturas del aire.
Una tercera creencia mantiene que eran una especie de angeles degradados. Un relato popular cuenta que, cuando los angeles se rebelaron, Dios ordenó que se cerraran las puertas del cielo; aquellos que aún estaban allí, continuaron siendo angeles, los que fueron al infierno se convirtieron en demonios, y los que quedaron en el medio, se transformaron enhadas , ya que no eran suficientemente buenas para el cielo pero tampoco tan malas como para ir al infierno. Esto puede explicar la tradición sobre el “diezmo” o impuesto que le tenían que pagar al averno; al ser angeles caídos, por más que no sean diablos, están sujetas al demonio .
Un cuarto parecer decía que las hadas eran demonios en su totalidad. Esta creencia adquirió mucha fuerza con el crecimiento del Puritanismo. El duende (o trasgo), que alguna vez había sido un espíritu hogareño amistoso, se convirtió en un ser malvado. Todo lo que tuviera relación con las hadas era considerado brujería en algunos casos, y castigado como tal en esta época. La separación de estas acusaciones de maldad puede ser la razón por la que Oberon, en “Sueño de una noche de verano”, aclaró cuidadosamente que ni él ni su corte temían a las campanas de la Iglesia.
Su naturaleza angélica era menos creída que la convicción de que eran los muertos, pero igual encontró popularidad, en especial en los círculos teosóficos. Una creencia poco común era aquella que aseguraba que las hadas eran humanas; un relato cuenta cómo una mujer escondió algunos de sus hijos de Dios, y luego los buscó sin encontrarlos, ya que se habían convertido en las personas escondidas, o hadas .